Las noches de verano son pura magia, invitan a salir y
disfrutar del buen tiempo. En Alcorisa las noches de verano salíamos a la
fresca, los mayores hacían corrillos con sus sillas y charraban de sus cosas o
jugaban a las cartas y los chicos jugábamos, contábamos historias, hacíamos
teatrillo.
Otra de las cosas que más nos gustaba era contemplar las
estrellas, ver las estrellas fugaces en el cielo y ver quien era más rápido
pidiéndole un deseo y aquella preciosa
luna nacarada o la luna valenciana como la nombraba mi abuelo Emilio cuando
tenía aquel tono anaranjado.
Sacábamos una manta vieja la poníamos en el suelo y allí nos
tumbábamos contemplando las
estrellas, mira la osa mayor decía
uno……. -mira el carro decía otro – que
no que es la osa menor decía otro y así
pasábamos aquellas noches de verano a la fresca
contemplando el cielo. A las doce con el último toque de campanadas de
la Iglesia nos tocaba ir a dormir eso si, no sin regañar para que nos dejaran estar un ratico mas.
Todavía hoy me sorprendo contemplando el cielo en las noches
de verano, allí el cielo está más limpio y las estrellas brillan en todo su esplendor,
y me pregunto como el principito si las estrellas se iluminan con el fin de que
cada uno pueda encontrar la suya. Creo que si que el principito tenía razón, yo ya tengo las mías y tú?.
Precioso Mila, como siempre. Eres una auténtica fuente de inspiración para mi. ¡¡Gracias!!. Ah ... yo no sé si tengo estrellas pero ¡Me encanta mirarlas!.
ResponderEliminarQué maravilla Mila!! Qué preciosa esta página !! y qué linda entrada!! Es una historia preciosa la de las noches contemplando las estrellas bajo la mirada de la luna nacarada!! Cuánta felicidad!! Mi niño es mi estrella, que siempre ilumina mi vida! ♥ Te mando un beso gigante!
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